Este bodegón está realizado en interior, de noche y con luz artificial (un flexo de sobremesa). La idea es acercarme, dentro de lo posible y salvando la infinita distancia que me separa, a los bodegones barrocos. Básicamente por aquello del claroscuro que ultimamente me obsesiona en mi fotografía.
Tengo la fea costumbre de no usar trípode, así que las fotografías están hechas a pulso.
Por último señalar que la composición del bodegón es la misma en las tres imágenes, solo he variado el ángulo de cada toma.
Muchas gracias.
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