Cuando uno sale al campo a buscar fotografías de naturaleza a veces se topa con sorpresas, como, por ejemplo, que salgan équidos de todas partes y donde menos te lo esperas, de forma que uno se pregunte ¿Dónde vas, chiquillo?. Eso me pasó el pasado fin de semana, y este es el resultado fotográfico.
Amigos/as, los caballos siempre son bellos, pero en estado silvestre todavía lo son más.
Un saludo a todos/as.
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